¿Quiéreme?

Tal vez dirás que que hago mandándote esta canción, ahora no viene a cuento, ¿verdad?. Estamos como estamos, uno para allá, otro para acá. Seguramente la canción ya no nos haga gracia, suena sucia, fea, nos ha estafado. Nos prometió la felicidad y mira lo que nos ha dado. Pero bueno, por un momento piensa que es domingo por la tarde, sin sol, por la playa haciendo fotos y riéndonos. Escuchando está canción que era preciosa, que nos llenaba de ilusión por lo que estaba por llegar, a nuestra edad y eramos inocentes, quien lo iba a decir, dos personas hechas y derechas e inocentes a la vez. Bueno, pues por un momento imagina que estás dentro de esa canción, dentro de esa tarde de domingo y que lo que estamos viviendo ahora no es nada, no existe.

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Las olas estaban animadas, contentas de ver la gente pasar, de ver el sol brillar. Una ligera y a veces fuerte brisa me acariciaba la cara bailando al son de las olas del mar, de repente, un fuerte golpe de viento me transporta un olor a sal, mar y luz, y me hacen viajar al mismo lugar, pero años atrás, a un instante, más pequeño que un instante. Me veo allí, tumbado al Sol, feliz...y desparezco, ya no veo nada más, sigo en mi bici pedaleando, sigo mirando a la playa, pero ya no me veo. Me pongo triste, en ese instante fui feliz pero no conseguí saber que lo era. Ahora ese instante lo tengo en el recuerdo, que no olvidaré jamás.

Ese instante será mi salvavidas, cada vez que esté mal viajaré a ese instante y la miraré a ella...