martes, 3 de mayo de 2011

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Las olas estaban animadas, contentas de ver la gente pasar, de ver el sol brillar. Una ligera y a veces fuerte brisa me acariciaba la cara bailando al son de las olas del mar, de repente, un fuerte golpe de viento me transporta un olor a sal, mar y luz, y me hacen viajar al mismo lugar, pero años atrás, a un instante, más pequeño que un instante. Me veo allí, tumbado al Sol, feliz...y desparezco, ya no veo nada más, sigo en mi bici pedaleando, sigo mirando a la playa, pero ya no me veo. Me pongo triste, en ese instante fui feliz pero no conseguí saber que lo era. Ahora ese instante lo tengo en el recuerdo, que no olvidaré jamás.

Ese instante será mi salvavidas, cada vez que esté mal viajaré a ese instante y la miraré a ella...

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